Aunque la mayoría de los pacientes no presenta síntomas posteriores a la instalación del balón, se han reportado complicaciones que pueden llegar a durar entre 3 a 4 días posteriores a la instalación.
Comunes:
-Dolor abdominal tipo cólico (33%), náuseas y vómito (19%) y reflujo gastroesofágico (18%).
Poco comunes:
-Dolor en el pecho, constipación, diarrea, fatiga y vomito del balón, que se puede producir en 1 a 2 % de los pacientes.
Los eventos adversos relacionados al balón son infrecuentes (aproximadamente < 2%):
-Deflación temprana donde la orina se pone de color verde, puesto que el balón está lleno con líquido azul que se absorbe en caso de rotura del balón (0,5%).
-Intolerancia que requiere retiro precoz antes de las dos semanas (0,2%).
-Deshidratación.
-Perforación intestinal (0,03 – 0,1%).
-Dilatación gástrica.
-Síndrome pilórico por impactación del balón en el estómago.
-Gastritis – úlcera gástrica – hemorragia digestiva alta.
-Perforación gástrica (muy infrecuente).
-Pancreatitis (muy infrecuente).
-Hiperinsuflación por sobre crecimiento bacteriano.
-Obstrucción intestinal (0,15%).
-Sobre crecimiento bacteriano en la superficie (gases, olor a azufre).
Luego de la instalación se te entregará un carnet que indica que eres portador de un dispositivo, el cual debes andar portando siempre en caso de que te sea solicitado en pasos fronterizos y aduanas, además se te planificarán tus controles con tu médico y nutricionista.
Te recomiendo que busques siempre un equipo médico certificado en manejo de obesidad, así cómo cirujanas y cirujanos digestivos o bariátricos acreditados especialista en instalaciones de estos dispositivos y que optimices al máximo tu adherencia al programa para logra la pérdida de peso esperada.
Recuerda que este tipo de dispositivos no hace nada por sí solo y no cambia la estructura y capacidad habitual de tu estómago, por lo tanto, se considera una ayuda al periodo de cambio de hábitos a largo plazo.